La falta de una reforma migratoria y la demanda laboral en los Estados Unidos ha beneficiado a la industria de la falsificación de documentos en Los Ángeles, California.
“Mica, mica”, son palabras que se escuchan con frecuencia en el parque MacArthur, en Los Ángeles, informa The New York Times.
Wayne Cornelius, académico de asuntos migratorios de la Universidad de California en San Diego, mencionó “una de las consecuencias de no haber atendido el problema de la demanda de la migración laboral ha sido el surgimiento de la industria de falsificación de documentos”.
Inmigrantes indocumentados saben que para poder trabajar en este país se necesita una tarjeta de Seguro Social y una Green Card o tarjeta de residencia permanente.
De acuerdo al artículo, los documentos falsos pueden tener un costo entre “$80 y $200 dólares dependiendo de la calidad de falsificación y el poder de negociación del cliente”.
Un inmigrante ecuatoriano comentó que todo lo que necesitó fue proporcionar su nombre y fecha de nacimiento, dos fotografías y $150 dólares. Al cabo de un par de horas recibió una tarjeta de Seguro Social y una Green Card.
Cornelius mencionó que los inmigrantes indocumentados no escatiman el alto precio de los documentos de buena calidad porque entienden que es un gasto necesario para poder obtener empleo en los Estados Unidos.
El éxito de esta industria ilegal es evidente. De acuerdo con reportes del Buro del Censo, en Estados Unidos viven alrededor de 12 millones de indocumentados, Otro factor que ayuda al negocio de la falsificación de papeles es la exigencia de la economía de Estados Unidos.
Existen muchas vacantes para los recién llegados y los empleadores están dispuestos a contratarlos.
Norm Langer, dueño de un restaurant en Los Ángeles, mencionó, “me necesitan y yo a ellos. No hay nadie más que haga el trabajo”.
Debido al éxito de esta industria, los falsificadores han sofisticado sus métodos de falsificación. Las computadoras e impresoras de última generación han reemplazado a las máquinas de escribir, tijeras y laminadoras que se utilizaban al principio, menciona el artículo.
En el 2017, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) comenzó a emitir green cards con holográficas incrustadas para mayor seguridad en los puertos de entrada de Estados Unidos. Sin embargo, los empleadores difícilmente notan la diferencia debido a la tecnología sofisticada que utilizan los falsificadores.
De acuerdo al artículo, entre octubre de 2017 y septiembre de 2018 la unidad encargada de desmantelar la organización de falsificación de documentos acumuló 1,258 arrestos, 997 acusaciones formales y 710 sentencias.
Mientras los miembros del Congreso llegan a un acuerdo sobre cómo resolver la crisis migratoria, los inmigrantes indocumentados que cruzan la frontera por Los Ángeles continuarán haciendo una escala en el parque MacArthur para obtener sus “micas”.