Desde que México consiguió su independencia en 1820, el país ha sufrido varias luchas por el poder, trayendo consigo diversos problemas internos como la desestabilización. México, ante la lucha por una democracia que trajera paz y progreso a la nación, se vio afectado por una guerra que marcaría su historia.
Porfirio Díaz llegó al poder por primera vez. En 1876, alcanzando la bandera de la no reelección. Para 1910, Díaz llevaba 34 años en el poder. La época del gobierno de Díaz estuvo caracterizada por tiranía y centralismo de los poderes legislativo y judicial, los cuales estaban subordinados al poder ejecutivo. La división de poderes, la soberanía de los Estados y los derechos de los ciudadanos, eran arrebatados por un gobierno sin escrúpulos. En esta época, imperaba la ley marcial: la justicia, en lugar de proteger a los ciudadanos, servía para despojar a los más débiles. No existía una legislación que protegiera a los trabajadores mexicanos y las jornadas de trabajo eran muy largas—los salarios eran de apenas 25 centavos diarios. Los trabajadores no tenía derecho a manifestarse y quienes lo hacían eran severamente reprimidos.
Porfirio Díaz llegó al poder por primera vez. En 1876, alcanzando la bandera de la no reelección. Para 1910, Díaz llevaba 34 años en el poder. La época del gobierno de Díaz estuvo caracterizada por tiranía y centralismo de los poderes legislativo y judicial, los cuales estaban subordinados al poder ejecutivo. La división de poderes, la soberanía de los Estados y los derechos de los ciudadanos, eran arrebatados por un gobierno sin escrúpulos. En esta época, imperaba la ley marcial: la justicia, en lugar de proteger a los ciudadanos, servía para despojar a los más débiles. No existía una legislación que protegiera a los trabajadores mexicanos y las jornadas de trabajo eran muy largas—los salarios eran de apenas 25 centavos diarios. Los trabajadores no tenía derecho a manifestarse y quienes lo hacían eran severamente reprimidos.
Aún más, las clases sociales marcaban una gran diferencia entre la población mexicana. En los rangos más altos estaban los latifundistas, los caudillos, los miembros del clero y los empresarios, tanto locales como extranjeros. Estos eran seguidos por los burgueses, mientras que la “prole”, formada por los campesinos y gente pobre que vivía en casas de madera o adobe, se encontraban en el último peldaño del estrato social.
Díaz declaró “la inauguración de un gobierno democrático en 1910 y prometio que dejaría el poder”. Estas declaraciones despertaron las expectativas de los nuevos políticos jóvenes, quienes buscaban un cambio de progreso para el país.
La promesa de Díaz no fue cumplida y una vez más pretendió reelegirse como presidente de la nación mexicana; y en las elecciones del 26 de junio 1910, se hizo elegir nuevamente como presidente, dando paso a una revolución que costó la vida de por lo menos dos millones de mexicanos.
El 20 de noviembre de 1910, comenzó el movimiento de insurrección en el Norte del país, encabezado por Don Francisco I. Madero. Posteriormente, el movimiento revolucionario se extendió al Sur del país en donde se le unieron otros conocidos revolucionarios como Emiliano Zapata y Francisco ‘Pancho’ Villa, sumiendo al estado mexicano en una guerra. Según Rafael Castañeda Ríos, del Periódico Vanguardia de Saltillo, “la revolución mexicana (se dice) es la primera de las grandes revoluciones sociales del siglo XX, que tuvo lugar en Latinoamérica.”
Los motivos de la revolución tenían como objetivo lo siguiente:
La promesa de Díaz no fue cumplida y una vez más pretendió reelegirse como presidente de la nación mexicana; y en las elecciones del 26 de junio 1910, se hizo elegir nuevamente como presidente, dando paso a una revolución que costó la vida de por lo menos dos millones de mexicanos.
El 20 de noviembre de 1910, comenzó el movimiento de insurrección en el Norte del país, encabezado por Don Francisco I. Madero. Posteriormente, el movimiento revolucionario se extendió al Sur del país en donde se le unieron otros conocidos revolucionarios como Emiliano Zapata y Francisco ‘Pancho’ Villa, sumiendo al estado mexicano en una guerra. Según Rafael Castañeda Ríos, del Periódico Vanguardia de Saltillo, “la revolución mexicana (se dice) es la primera de las grandes revoluciones sociales del siglo XX, que tuvo lugar en Latinoamérica.”
Los motivos de la revolución tenían como objetivo lo siguiente:
1) cambiar el rumbo del país, junto con la constitución de 1857, estableciendo el sufragio popular y prohibiendo la reelección, 2) terminar con la prolongada dictadura de Porfirio Díaz, 3) terminar el abuso de grandes terratenientes quienes explotaban a los campesinos, y 4) terminar con los privilegios de los grandes empresarios extranjeros, quienes explotaban a los trabajadores mexicanos obligándolos a trabajar jornadas de hasta 12 horas por día.
Por su parte, Zapata, quien fungía como jefe guerrillero del Sur, propuso el Plan de Ayala. Éste estaba enfocado en regresar la tierra a los campesinos, quienes habían sido despojados de éstas por hacendados avaros, que en aquel entonces eran dueños de la mayoría de las tierras de cultivo mexicanas.
Por otro lado, ‘Pancho’ Villa organizó su propio ejército, luchando por la restauración de los derechos sociales que habían sido arrebatados por el gobierno de Díaz y los terratenientes. Aunque Díaz se proponía mantener su posición como máximo jefe del poder ejecutivo, finalmente, “se resignó a dimitir del mando el 25 de mayo de 1911, firmando un pacto con Madero en la Ciudad de Juárez… posteriormente viajó a Europa, muriendo en París, en 1915” Siglo XX.
Después del derrocamiento porfirista en 1911, se celebraron nuevas elecciones, resultando vencedor Madero; pero muchos otros anhelaban el poder, comenzando nuevos alzamientos. Un nuevo golpe de Estado denominado ‘Decena Trágica’, tuvo lugar bajo la dirección de Victoriano Huerta, quien había acordado con el gobierno de los Estados Unidos y los sobrinos de Díaz, que sería él quien se ocuparía de la presidencia Huerta fue nombrado presidente, subyugando a México a nueva dictadura militar; misma que reprimió la democracia y la libertad de los pueblos. En Agosto de 1914, Huerta abandonó el país dando paso al nombramiento de Venustiano Carranza, como nuevo presidente de México.
Por su parte, Zapata, quien fungía como jefe guerrillero del Sur, propuso el Plan de Ayala. Éste estaba enfocado en regresar la tierra a los campesinos, quienes habían sido despojados de éstas por hacendados avaros, que en aquel entonces eran dueños de la mayoría de las tierras de cultivo mexicanas.
Por otro lado, ‘Pancho’ Villa organizó su propio ejército, luchando por la restauración de los derechos sociales que habían sido arrebatados por el gobierno de Díaz y los terratenientes. Aunque Díaz se proponía mantener su posición como máximo jefe del poder ejecutivo, finalmente, “se resignó a dimitir del mando el 25 de mayo de 1911, firmando un pacto con Madero en la Ciudad de Juárez… posteriormente viajó a Europa, muriendo en París, en 1915” Siglo XX.
Después del derrocamiento porfirista en 1911, se celebraron nuevas elecciones, resultando vencedor Madero; pero muchos otros anhelaban el poder, comenzando nuevos alzamientos. Un nuevo golpe de Estado denominado ‘Decena Trágica’, tuvo lugar bajo la dirección de Victoriano Huerta, quien había acordado con el gobierno de los Estados Unidos y los sobrinos de Díaz, que sería él quien se ocuparía de la presidencia Huerta fue nombrado presidente, subyugando a México a nueva dictadura militar; misma que reprimió la democracia y la libertad de los pueblos. En Agosto de 1914, Huerta abandonó el país dando paso al nombramiento de Venustiano Carranza, como nuevo presidente de México.
Muchos de los revolucionarios no estaban de acuerdo con el nuevo nombramiento del Primer Jefe, como se hacía llamar el propio Carranza. Todos los representantes revolucionarios se unieron en Aguascalientes en octubre de 1914, para ponerse de acuerdo en la Soberana Convención Revolucionaria. Los revolucionarios “decidieron adoptar parte del programa de Zapata sobre el reparto de tierras a los campesinos y eligieron como [nuevo] presidente interino a Eulalio Gutiérrez” Notimérica pero Carranza no acató la decisión.
Finalmente, Carranza quiso evitar un nuevo derramamiento de sangre y redactó la Constitución de 1917, siendo fiel a la promesa del pueblo. La revolución mexicana conquistó la justicia social, la cual se estableció 1915, implementando el descanso obligatorio y la jornada de trabajo de 8 horas como máximo (siendo ésta la más avanzadas del mundo).
Finalmente, Carranza quiso evitar un nuevo derramamiento de sangre y redactó la Constitución de 1917, siendo fiel a la promesa del pueblo. La revolución mexicana conquistó la justicia social, la cual se estableció 1915, implementando el descanso obligatorio y la jornada de trabajo de 8 horas como máximo (siendo ésta la más avanzadas del mundo).
En 1916 se reconoció el derecho a huelga y se fijaron las nuevas relaciones de trabajo, entre patrones y obreros. “La constitución de 1917, estipuló la jornada de trabajo de 8 horas, como máximo… Quedaban prohibidas las labores insalubres o peligrosas para las mujeres en general y para los jóvenes menores de 16 años… Quedó también prohibido el trabajo nocturno industrial” Siglo XX.
El final de la revolución mexicana fue marcado por el asesinato de Carranza en 1920, a manos de partidarios de Álvaro Obregón, quien se sublevó y tomó el poder. Pese a los cambios y los nuevos acuerdos, la revolución continúo por varios años, culminando con los asesinatos de Zapata en 1919, Villa en 1923 y de Obregón en 1928.
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El final de la revolución mexicana fue marcado por el asesinato de Carranza en 1920, a manos de partidarios de Álvaro Obregón, quien se sublevó y tomó el poder. Pese a los cambios y los nuevos acuerdos, la revolución continúo por varios años, culminando con los asesinatos de Zapata en 1919, Villa en 1923 y de Obregón en 1928.
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