La eliminación de las becas federales Pell ha impactado dramáticamente los programas educativos en las prisiones de Estados Unidos, reportó la Agencia de Estadísticas de Justicia.
La participación de internos en programas educativos a lo largo de la nación bajó un 50 por ciento, de acuerdo con un artículo de prisonpolicy.org.
“Restableciendo las becas Pell a personas encarceladas permitiría a aproximadamente 463,000 internos ser elegibles para tomar cursos de colegio gratuitos. “Es tiempo de que el gobierno no solo restaure esta ayuda critica, sino que la ex- panda,” reportó prisonpolicy. org.
Una encuesta entre presos en 2014 reveló que al 40 por ciento le gustaría inscribirse en un programa de título aso- ciado o de licenciatura. Excluir
a los internos de los programas educacionales es un factor que contribuye a las probabilidades de futuros encarcelamientos, indicó el artículo.
Cuando las becas Pell fueron eliminadas en 1994, los programas de colegio en prisiones dependieron de otros apoyos financieros y voluntarios, indicó el artículo.
Darin Williams, 57, quien fue sentenciado en el Condado de Los Ángeles a 34 años a cadena perpetua, llegó a la prisión en 1996, dos años después que las becas Pell fueron anuladas para los internos.
Williams obtuvo un título de Asociado en Artes en San Quentin. Él dijo en una entrevista, que él hubiera llegado más lejos si la becas Pell estaban disponibles.
“El haber tenido la oportunidad de recibir cualquier tipo de educación ha sido un regalo de Dios. Eso amplió mi perspectiva y me dio otros ojos para mirar el mundo”, dijo Williams. “Si ellos regresan las becas Pell, la gente despojada del derecho a estudiar y que esperan regresar a la sociedad, podrían beneficiarse.”
—Traducido por: Carlos Drouaillet, Reportero