La comunidad de San Quentin se unió por tercera vez en conmemorar a los residentes y voluntarios que fallecieron durante el año 2023.
El evento dio la oportunidad de honrar y nombrar a hermanos y hermanas quienes fallecieron durante su encarcelamiento y también de aquellos que fallecieron después de ser liberados.
“Nosotros no sabíamos cómo procesar el desconsuelo y la pérdida cuando estábamos en las calles; solo nos servíamos un poco de licor y salíamos afuera a balacear a otras personas, a quienes culpábamos que eran responsables”, dijo el anfitrión del evento Mourning Our Loses (MOL), el residente Michael Shukry.
Raúl Aguayo, un residente y miembro del grupo, The Greater Good, fue uno de varios artistas que tocaron su música en memoria de los que fallecieron.
“Estamos recordando a los amigos, y familias que fallecieron”, dijo Aguayo. “Es importante presenciar estos eventos para poder ayudar a alguien a sanar”.
Durante este acontecimiento, residentes y voluntarios resaltaron sus talentos a través de una obra teatral cual dio a luz las pérdidas de sus ser queridos. La actuación destacó el efecto para la audencia en donde un padre es asesinado y su hija está parada sobre su cadáver, lamentando todas las cosas que nunca le pudo decir cuando él estaba vivo.
La doctora Shannon Harrigan, reconociendo la importancia de procesar el luto, tambien habló sobre la salud mental y cómo pedir ayuda en momentos difíciles.
“Todos nosotros experimentamos el dolor y la perdida — este es el primer servicio en el que he estado presente y es maravilloso”, dijo Harrigan.
Trabajadores encarcelados como el Sr. Mark “Stan-Bey” Stanley, un asistente a las personas con deshabilidades físicas, sintieron el efecto cuando las personas fallecieron.
“Como un trabajador de ADA [asistente bajo el Acto Americano para Discapacitados]; yo experimenté muchas pérdidas”, dijo Stanley. “Yo cuide del Sr. Nixon quien firmó una declaración”.
Stanley habló de algunas pruebas en el trabajo, pero también sobre que tanto valió la pena la conexión de asistir a otros en el estado más vulnerable de su vida.
Otros residentes leyeron poemas, cantaron y compartieron sus recorridos con sus amigos difuntos.
Residente Jessie Milo, leyó un poema reflexionado cómo el encarcelado sufre perdidas en las jaulas, y como la pandemia le robó la vida a muchos.
Según Milo, sintió que después de dos décadas de estar encarcelado, esta es la primera vez que él y los oficiales de la prisión están juntos en la misma pelea contra la pandemia. Esto fue debido a que el Covid no se detuvo en contra de los que están vestidos de azul o verde y borró las barreras entre ambos.
Milo recordó a todos, que tenemos que seguir viviendo en una manera para poder honrar a los que han fallecido. El presentó, la pregunta difícil de cómo llevar el duelo de los que, aún vivos, están sentenciados a morir en las prisiones.
La señora Kirsten Pickering, una veterana voluntaria de MOL, compartió que ella se sentía muy feliz y agradecida por la oportunidad en su tercer año como organizadora. Ella añadio, que se siente que estos eventos humanizan a las personas que murieron.
“Yo siento que la gente en la prisión pasa por muchos lutos en la soledad con el mínimo apoyo en comparación de muchas personas”, dijo Jody Lewen, la presidenta del Colegio de Mount Tamalpais (MTC). “Hay muchas personas que demuestran sus emociones y la vulnerabilidades”.
Lewen añadió, que en el pasado algunos no sabíamos cómo expresar nuestros sentimientos de dolor. Ella reconoció que nuestras perdidas nos dan la habilidad de estar en contacto con nuestros sentimientos, después de perder a alguien — siendo algún miembro familiar, amigo o conocidos.
“Yo pienso que es importante reconocer y conmemorar nuestras perdidas como comunidad, sin importar dónde está la comunidad”, dijo Ian Sethre, instructor de MTC. “Estoy agradecido ser parte de esto”.
—Escritores Contribuyentes
Clase Avanzada de Periodismo 2024