En junio de 2024, una corte federal dio fin a un caso que llevaba varias décadas en los tribunales y que afectaba a más de 34,000 hombres y mujeres encarcelados en California con serias enfermedades mentales.
Según un reporte de la televisora KCRA de Sacramento, existen documentos que señalan el incremento de personas encarceladas con graves problemas de salud mental y la falta de personal para atenderlos. Agregando que por varios años han estado vacantes puestos de trabajo que debieron ocupar especialistas.
“Mis clientes, muchos de ellos con enfermedades mentales graves, en crisis, cortándose o intentando ahorcarse, esperan semanas, semanas y meses antes de ver a un médico”, dijo Ernest Galván, abogado basado en San Francisco quien representó a los reclusos, a la periodista Michell Bandur.
La corte aplicó una sanción al CDCR por no proveer una adecuada atención a la salud mental de los encarcelados por la suma de $112 millones, una cantidad de dinero que el CDCR se ahorró al no contratar a personal y mantener esos puestos vacantes, dictaminó la jueza de distrito Kimberly Mueller.
Para los residentes del Centro de Rehabilitación de San Quentin, el atender su salud mental, no solo enfrenta barreras en cuestión de la falta de personal, también de sus creencias personales.
El residente Israel Ordoñez-García comentó, “Yo no buscaba ayuda, porque tenía miedo de lo que fueran a pensar las personas que me conocen. Tenía miedo que me fueran a que obligar a tomar pastillas”.
En el caso recientemente resuelto en la corte, la jueza también ordeno al CDCR depositar el dinero en una cuenta especial reservada para ayudar a los reclusos.
De acuerdo con KCRA, una portavoz del CDCR declaró en entrevista, que en el CDCR los reclusos a menudo tienen mayor acceso en atención de salud mental, en comparación con personas que no están encarceladas.
Pero Galván declaró que el problema va más allá.
“Esas personas están regresando a las mismas comunidades, y si no les brindamos un apoyo mínimo mientras son castigados en prisión, entonces las necesidades de la comunidad se intensificarán cuando regresen” expresó Galvan.