Por Pedro Espinal Reportero
Todos los sábados por la mañana, la cancha de tenis de San Quentin se vigoriza con la presencia de tenistas de ambos sexos que traen y comparten ese deporte con las personas encarceladas,
El tenis se juega en la cancha localizada en el patio principal de recreación y junto con el softball es uno de los deportes que integra mujeres en sus equipos.
Chris Marshall un preso miembro del equipo tenis de San Quentin, dijo que “la presencia femenina en la cancha de tenis lo hace más competitivo”.
“Poniendo a un lado el género de sexo, para mí la cosa más importante es que tenistas de afuera vienen a jugar un tenis muy competitivo a esta prisión. Esto demuestra al equipo de jugadores de tenis de San Quentin que ellos son valorizados como seres humanos y no olvidados.”
Eddie, otro jugador de tenis voluntario dijo, “en los cinco o seis años que he estado viniendo los jugadores han sido y son muy buenos y la competencia ha sido una mezcla de juegos ganados y perdidos.”
Andrés Gazzini participante de eventos deportivos dijo, “para mí los deportistas voluntarios visitantes nos traen una sensación de libertad, la cual nos contagia.”
Sharon es una voluntaria promotora que se esfuerza en invitar a los jugadores interesados afuera.
Sharon empezó a venir a San Quentin en el 2009. Ella dice que su equipo no tiene un nombre. “No jugamos como equipo, más bien el tenis que se juega entre dos personas se les llama individuales. Si juegan cuatro se llama dobles, y cuando juegan un hombre y una mujer de ambos lados de la malla se le llama doble mixto,” dijo Sharon.
El tenis individual es mucho más rápido que el que se juega en parejas. Paul quien es apodado “The Wall,” dijo “el tenis es un deporte agresivo porque el jugador tiene que estar a la ofensiva y defensiva en cuestión de segundos.”
Mandy tiene tres años viniendo a participar en los juegos de tenis en San Quentin. Ella había estado ausente debido a una operación de hombro que la dejo fuera del juego por un año.
Además de jugar tenis, Mandy es una instructora de fisicoculturismo y al preguntarle cómo se siente al venir a jugar a una prisión, respondió, “Cuando vine la primera vez todo se me hacía surreal y me sentí un poco nerviosa pero la gente fue muy amable conmigo y me hicieron sentir cómoda.”
Otra de las voluntarias quien tiene un año viniendo a jugar a San Quentin, dijo sentir mucha desconfianza, pero “ahora no siento aprehensión de venir aquí, solo aprehensión de no jugar lo suficientemente bien.”
El tenis es un deporte atrayente y competitivo ya que ayuda a mantener el cuerpo en un buen estado físico.
En San Quentin, el tenis es un deporte popular y quienes lo practican esperan que en un futuro más y más deportistas amateur y profesionales visiten las canchas de la prisión y les ayuden a mejorar sus habilidades deportivas.