Dos punto tres millones de dólares en fondos han sido donados por la fundación Mellon para digitalizar los escritos de miles de reos en las prisiones estatales de los EE.UU.
El proyecto Archivo de Historias de la Prisión Americana contiene ya más de 3,300 narrativas escritas por reclusos y es el repositorio digital más extenso de escrituras acerca de las condiciones y manera de vida dentro de más de 400 prisiones en 47 estados del país, según reportó Patricia Leigh Brown en The New York Times, el 17 de abril.
El proyecto recibió esta donación substancial para hacer posible la creación de un tipo de sombrilla digital que enlace esfuerzos similares, digitalizando más de 10,000 historias personales, creando una serie de libros y patrocinando exhibiciones.
“Yo adquirí mi maestría en sobrevivir [dentro de] la prisión”, contó José Di Lenola – en su contribución a la colección, describiendo su adoctrinamiento al aprender a siempre mantener puesto un chaleco hecho de revistas y cargar un cuchillo hecho de una tapa de lata, para protección.
La idea principal es darles a los reos la oportunidad de expresarse, por sus experiencias personales, el costo humano del cautiverio legal – incluyendo el impacto que esto tiene en cada familia representada.
Una de las otras metas primordiales es de resaltar a comunidades que aún no son bien representadas: aquellos de habla hispana que se encuentran en centros de detención de inmigración, aquellas personas que se identifican como “trans” o que no se conforman a un género específico. Esto incluye a reclusos en lugares como el estado de Hawái, pero también incluye a todo personal de las prisiones y los voluntarios.
Los organizadores están esperando que estos testimonios hagan más visible la necesidad de reforma de pólizas y que anime a los legisladores, escolares, periodistas y a cualquier otra persona, a que incorpore estas fuentes para analizar el sistema criminal de este país.
Las escrituras en el archivo proveen evidencia personal de los hechos en la oscuridad y se espera que provea una transparencia de “instituciones opacas” alumbrando discrepancias que existen entre los historiales oficiales y las observaciones de primera mano, añadió el reporte.
Estas historias resaltan todos los retos que la gente encarcelada enfrenta día a día, y usa términos muy personales.
Los EE.UU. continua siendo el líder de encarcelaciones y “roba la humanidad de la gente que ha sido convicta de un crimen”, dijo Marc Mauer – consejero principal para el Proyecto de Sentencia (en inglés, The Sentencing Project), una organización sin fines de lucro.
Mauer añadió que este archivo “juega un rol principal para contrarrestar los estereotipos y desafiar la difícil estructura social en que los individuos encarcelados se hayan enlazados”.
Por ahora el archivo incluye la digitalización de documentos originales – incluyendo escrituras hechas a mano y otros que incluyen dibujos y garabatos para ilustrar “las condiciones bajo las cuales la gente está escribiendo”, dijo el profesor Doran Larson.
Algunos documentos están escritos usando máquinas de escribir, mientras otros escritos son sometidos usando solamente las minas o repuestos de lapiceros “que se menean más que algunas de las comidas” de acuerdo a Robert W. Leisure – escribiendo desde el “hoyo” (una unidad de vivienda singular, como castigo).
El reporte de Brown añadió que el archivo lleva ya más de 200 años y contiene famosos artículos, como la biografía de Malcolm X (1965), las “cartas desde una cárcel en Birmingham” escritas por Martin Luther King Jr. a sus amigos en el pastorado (1963) y otras contribuciones desde 1799. Estas han documentado diversos abusos, como:
confesiones forzadas
abusos sexuales
hambrunas sufridas dentro del sistema correccional
“Al juntar y hacer disponible sus cartas, sus testimonios y su arte, haremos un récord imposible de remover para que toda futura generación lo pueda considerar también”, dijo la Sra. Heather Ann Thompson, profesora de historia y estudios afro-americanos en la universidad de Michigan.
Millones de personas han aguantado esta crisis de encarcelación masiva desde los 1970s. Ahora es nuestro deber considerar sus voces y lo que esto significó para ellos y sus familiares.