Por Willy Alarcón Spanish Journalism Guild y
Edwin E. Chavez Spanish Journalism Chair
Después de una ausencia de dos años por la pandemia, el Día De La Paz regresó a San Quentin a toda pompa.
El evento comenzó temprano, trayendo largas filas de reclusos anticipando recibir sus bolsas de obsequios llenos de aperitivos, gracias a la compañía Walkenhorst.
El Director de la prisión, Ron Broomfield y la Oficial Ejecutiva de Medicina, Alison Pachynski formaban parte de los voluntarios que se organizaron para servir a las multitudes que con gozo se presentarían.
Este evento es único entre todas las prisiones de California.
Muchos grupos de autoayuda estaban presentes, con sonrisas en las caras. Todo el día estuvo lleno de actividades: música, deportes, información y alegre compañerismo. Estas actividades unieron a los reos, los voluntarios y la administración.
El evento oficialmente dio inicio con la ceremonia a la bandera por los guardas de color de San Quentin, seguido por el grupo de nativos americanos que contribuyó con cantos. El residente Gregory “White Eagle” Coates ofreció una oración.
El residente de San Quentin, Michael Wickered inició el evento dando una breve explicación de cómo llegó a existir el Día de La Paz en San Quentin.
“Yo quiero compartirles por qué se comenzó el Día De La Paz. En el 2006, un tumulto racial se desató aquí mismo en esta pequeña yarda”, dijo Wickered. “Un grupo de hombres, de todo orígen se unió aquí mismo, la mayoría de ellos vidales – y hoy la mayoría están en libertad condicional”.
Para cerrar, nos ofreció esta reflexión, “Nosotros, como comité del Día De La Paz, estamos comprometidos a detener toda la violencia que plaga el sistema de la prisión y nuestras comunidades. Estoy orgulloso de cada uno de ustedes por hacerse presentes hoy.”
La yarda se organizó con muchas mesas, representando los 40 grupos de autoayuda disponibles, haciéndolo un día inolvidable e informativo para los miles de reos que asistieron.
Los invitados representantes contribuyeron con su tiempo, dando panfletos y hablando con los interesados.
“Me inspiré al ver tanta alegría y compañerismo entre los prisioneros”, dijo Andrés Ruiz, un reo de San Quentin. “Todo el evento fue una oportunidad para mostrar unos a otros, que gozamos de un día de música, arte, y solidaridad celebrando el Día de Paz”.
El residente Luis Alvarez, durante su observación del Día De La Paz, dijo, “Me inspiré … mirar todas las oportunidades de grupos en los que nos podemos inscribir para sobresalir.”
El director de la prisión Ron Broomfield reconoce la necesidad de la comunidad de habla hispana en el futuro.
“Vemos este evento y comparamos con el modelo de rehabilitación. Hay retos y el espacio [físico] limitado es uno de esos retos”. Broomfield aclaró, “Hay algo para todos en esta comunidad. Hay acceso a programas.”
La comunidad de habla hispana estuvo presente en el evento con la presentación del grupo musical La Quinta Tira. Ellos trajeron su propio sabor de rock en español, haciendo que todos menearan las cabezas y aplaudieran con la contagiosa canción “Oye mi amor”.
El rapero afroamericano Discreet trajo el ritmo que provocó a muchos de los residentes a pararse y danzar con sus rimas.
En seguida el joven Emilio cantó música con un mensaje muy positivo y religioso. Impulsó a todos a tomar nota y moverse rítmicamente.
Concluyó su acto con un dinámico mensaje, retando a todo oyente a recibir a Jesús como su único Salvador.
Cerrando esta porción fue el poderoso desafío por la Sra. Natalie Tovar, relatando cómo sufrió abuso físico, trauma por la muerte de su hermano y estuvo al punto de tomar su propia vida antes de ser llamada por Jesús para su salvación.
Ella retó a toda persona, a encontrar la esperanza misma que ella encontró en Jesús.
Este día de inclusión y paz fue muy especial para la comunidad con discapacidades auditivas y del habla, quienes fueron asistidos por los intérpretes, como la Sra. Deanna Sardo, para que pudieran experimentar la música y ser partícipes de todo el evento.
La comunidad asiática americana de las Islas Pacíficas (AAPI, en inglés) apoyaron también, trayendo música y cantando su cultura, formando parte de esta comunidad única en San Quentin. El grupo interpretó su número folclórico conocido como el baile “Haka”.
La representante del programa Libre Para Tener Éxito (Free to Succeed, en inglés) nos persuadió diciendo, “Solo quiero que más gente aprenda a leer y escribir, ese es mi objetivo”.
Cerró su discurso animando, “A las personas que no conocen ni el alfabeto y se les hace muy difícil admitirlo, nosotros les decimos “¡métase a este programa!” Ofrecemos el programa en español”.
“Es bueno poder poner las caras con los nombres y escuchar sus historias,” dijo Vanessa Collins, cofundadora de Consciencia Sobre El Abuso Doméstico (AIDA en inglés). “AIDA está trabajando en traducir nuestros cursos y proveerlos en español. El poder comunicarnos con ellos en español es nuestra visión”.
Mick Garner, el Director Ejecutivo del programa, No Mas Lagrimas (No More Tears, en inglés), nos dijo que está trabajando en versiones de su programa en español. “La idea de la paz se está filtrando por medio de la institución a todos”, dijo él.
El grupo irlandés “Sean Daly & the Shams” subió al escenario al atardecer.
“No tengo palabras que decir. Estoy boquiabierto”, dijo entre su set de música. “La primera vez que vine aquí, estuve tan lleno de emociones que no pude hablar por casi dos horas”.
Muchos de los residentes se llevaron el sentido de esperanza. Norman “Bugs” Johnson dijo que él no se había dado cuenta de la cantidad de programas de autoayuda disponible en San Quentin. “El evento fue maravilloso. Nunca había experimentado nada como esto”, dijo él.