Ex convictos continúan siendo estigmatizados por su historial criminal, en particular al intentar buscar un trabajo legítimo. Sin embargo, los empresarios están enfrentando una creciente presión a nivel nacional para cambiar sus pólizas de no ofrecer empleo a ex convictos.
Una vez que un preso se reintegra a la sociedad, encontrar y mantener un empleo se convierte en el principal factor que determina sí un preso tiene éxito o regresar a la prisión. El movimiento “Ban the box” buscar revocar las pregunta de “si” o “no” a cerca de felonías previas en las solicitudes de empleo, de acuerdo a un reciente artículo del Inside Sources.
“Cualquier dictamen de culpabilidad por alguna actividad criminal llega a ser una sentencia de desempleo de por vida para mucho individuos,” escribió Arthur Rizer y Rachel Liebman en un artículo sobre éste tema. “Ese ciclo destructivo tiene que cambiar, y los negocios desempeñan un papel fundamental.”
Aproximadamente un tercio de los americanos tienen registros criminales. Asimismo el 95% de los 2.3 millones de personas que se encuentran encarceladas, eventualmente obtendrán su libertad y se incorporarán a la sociedad.
“No podemos darnos el lujo de hacer a un lado a éste inmenso potencial humano…éstos ex convictos estarán caminando las calles de un país que, en gran medida, les ha cerrado las puertas de las oportunidades económicas, destinando a muchos a un ciclo de crimen, pobreza y vagabundez, según el artículo.
“En una economía fuerte, debería haber lugar para todos los que quieran y puedan contribuir con su talento y trabajo”
Cerca del 60% de los ex convictos se encuentran sin trabajo después de un año de ser liberados y aquellos que tienen empleo, reciben un pago que es 40% inferior con relación a las personas que no tienen un record criminal.
Debido a que un tercio de todos los trabajos en los Estados Unidos exigen algún tipo de licencia profesional o certificación, una inspección rutinaria del historial criminal impide que ex convictos califiquen para esas clases de empleos- aún cuando el trabajo no requiera esa inspección como medida de seguridad pública.
“Pero hay esperanza para un mejor camino,” de acuerdo al artículo. “…Veintinueve estados y 150 jurisdicciones han implementado las pólizas de prohibición de la caja (ban-the-box) que únicamente detiene a los empresarios –en la mayoría de los casos empleadores públicos –de realizar preguntas acerca del historial delictivo hasta después que se le haya otorgado un empleo a la persona.”
“Muchos dueños de empresas todavía dependen en información discriminatoria biométrica, tales como huellas digitales y verificación de antecedentes,” escribió el autor. Tales métodos no toman en consideración que la información puede ser inexacta, incompleta o anticuada; tampoco considera los factores mitigantes de la ofensa, la edad en la que se cometió el crimen o el número de años que han pasado después de la ofensa.
“En una economía fuerte debería haber lugar para todos los que quieran y puedan contribuir con su trabajo y talento, “concluyó el artículo. “Ninguna persona que haya cumplido con su sentencia debería servir una sentencia de desempleo de por vida.”
–Traduccion por Tare Beltranchuc Y Marco Villa