Spanish Journalism Chair
El Departamento de Correcciones de California (CDCR) no está pagando el dinero de liberación de $200 a los reos que van a ser deportados o a cualquier prisionero que va a ser trasladado a otro estado o a custodia federal.
A nivel del estado, personas de origen hispano componen el grupo étnico más grande de la población que está encarcelada y entre el 40-44% de ellos son indocumentados. En cuanto terminen su condena son transferidos a una institución federal, para su posible expulsión de los Estados Unidos.
Los datos del Sistema de Manejo Estratégico de Ofensores (Strategic Offenders Management System, en inglés) dicen que hasta el mes pasado, de los 3,803 encarcelados en San Quentin, 930 son hispanos residentes, representando más del 24% de la población.
Un antiguo trabajador de SQNews, Juan Espinosa – que ahora reside en México, dijo en una entrevista telefónica, que él había vivido en Estados Unidos desde la edad de 11 años.
Después de su deportación a la ciudad fronteriza de Tijuana donde fue deportado, Espinosa necesitó fondos para el costo de su vuelo a la ciudad de México, donde reside su familia. Afortunadamente un amigo le pagó el boleto. No todos los deportados son tan afortunados para contar con ese tipo de apoyo.
“Al llegar, no recibes el dinero de liberación y tienes que hacer lo necesario para comer, en un país donde no tienes a nadie conocido. ¿Dónde te vas a quedar?”, dijo Espinosa, quien estuvo encarcelado 29 años.
“Si me dieran los $200 de liberación después de ser deportado, me ayudaría a buscar un lugar para rentar o comprar algo de ropa. A veces somos deportados en trajes de papel cuando el comprar ropa es una necesidad inmediata”.
El Código de Regulaciones de California, (California Code of Regulations, en inglés) indica que, “la ayuda económica no se le dará a un interno que es liberado a la custodia del gobierno federal o a otro estado.
Pero si es liberado de custodia y califica para ser supervisado bajo liberación condicional en California o a un estado que esté incluido bajo el arreglo de compacto interestatal sí debe recibir el dinero.
Residentes liberados a la custodia o supervisión de la inmigración de los Estados Unidos y servicio de naturalización que están esperando una fecha de la corte para deportación tampoco tendrán derecho de recibir la ayuda económica”.
En resumen, los que no son ciudadanos no reciben nada. Por décadas el estado ha negado dar la ayuda financiera fundamental que podría hacerles la diferencia crucial.
El señor Eduardo Sosa que está encarcelado en la prisión estatal Richard J. Donovan, ha expresado su preocupación por ser indocumentado y está confrontando deportación a su país natal. “Aquí en la prisión Donovan, nos sentimos discriminados porque cuando seamos liberados no vamos a recibir el apoyo de liberación de $200. Yo creo que deberíamos recibir la ayuda económica como todos”, dijo Sosa.
“En pocas palabras, si eres ciudadano de EE.UU. recibirás los $200. Solamente porque vas a ser deportado, no significa que no necesitamos la ayuda económica para reingresar a nuestras comunidades”, concluyó Sosa.
Gonzalo González residente de San Quentin comentó, “Yo no tendría los recursos necesarios para el autobús para regresar a mi rancho en México”, y añadió, “Es importante recibir la ayuda de esos $200 para la salida, para poder comprar una barra de jabón o hasta comida en cualquier parte del mundo”.
Vicente Gómez, quien fue encontrado elegible para liberación condicional después de servir 23 años de su condena perpetua, también encara la deportación a México.
“Yo siento que tengo derecho de recibir los $200 de liberación”, dijo Gómez. “Yo he estado encarcelado por muchos años y no sé cómo están las cosas allá [afuera] en la comunidad”.
Huan H. Nguyen, confrontará su deportación a Vietnam después de servir 22 años de su cadena perpetua. “Tengo miedo porque no conozco a nadie allá en Vietnam. Somos refugiados, mi papá fue soldado”, dijo Nguyen. “Toda mi familia está aquí en los Estados Unidos. Si yo recibiera los $200, me ayudaría por lo menos para comprar comida o rentar un lugar para hospedarme por un par de días”.
El ciudadano de los Estados Unidos y encarcelado de San Quentin, Michael Moore entiende la importancia de la ayuda financiera. El opina que esa ayuda se le debe entregar a toda persona que sea liberada.
¡“Este es otro ejemplo donde la forma antigua de ver a la gente encarcelada no está en acorde con la realidad de lo que es correcto y justo en el aquí y el ahora”!, dijo Moore.
“No dar asistencia a todos está revelando la falta de comprensión y conciencia que es el resultado de convicciones establecidas”.
Moore agrega, “$200 podrían ser la diferencia entre prepararnos para la libertad o prepararnos para re-ofender. A todos se le debería dar la misma oportunidad”.
—Traducido por Arsenio Leyva Escritor contribuyente