Después de estos últimos años que hemos estado bajo la amenaza del COVID, por fin se llevó a cabo la reunión de las familias con sus seres queridos que estan en la prisión. Todo ha sido posible, gracias a la organización sin fines de lucro, que lleva por nombre “GET ON THE BUS” (GOTB o “Sube Al Autobús”, en español).
La organización eligió este 15 de junio para transportar a las familias aquí, a San Quentin.
GOTB nació hace aproximadamente 20 años, bajo la pauta bondadosa de dos monjas: las hermanas Suzanne Stephen y Suzanne Jaboro. Ellas ofrecían ayuda espiritual a las mujeres que asistían al ministerio de la prisión CIW (Instituto de California para Mujeres).
Pero no ocurrió hasta que un día se les preguntó a las mujeres de la prisión, como se les podía ayudar de una manera con más impacto. La repuesta que obtuvo fue algo inesperado, porque en vez de pedir maquillaje o libros, las mujeres contestaron que querían ver a sus hijos – a los cuales no veían desde hace mucho tiempo.
El primer viaje llegó a la prisión de CIW en el año 1999, con 17 niños quienes visitarían a un total de nueve madres.
Hoy día, 20 años más tarde, GOTB provee su servicio a 13 prisiones a lo largo del estado de California. El programa ha florecido para incluir en su ayuda a mujeres tanto como a hombres, dándoles la oportunidad de poder abrazar a sus seres queridos en las distintas prisiones.
El único impedimento que GOTB enfrenta para poder brindar sus servicios, es encontrar las donaciones y fondos gubernamentales otorgados.
Para Luciano Borjas, un residente de San Quentin, GOTB contactó a su hija para infórmale que ya estaban en proceso sus aplicaciones. Borjas dijo que viendo a su hija fue una experiencia muy encantadora porque tuvo la oportunidad de conocer a su nieto por primera vez.
“Allí fue cuando comencé a ver que había la posibilidad para ser partícipe de este evento”, el Sr. Borjas, exclamó con júbilo.
A pesar de este contacto inicial, tendrían un último paso que sobrepasar, el que toda la familia fuera aprobada por el departamento de correccionales de California – la cual trabajaría en conjunto con GOTB.
La organización siempre trata de hacer estas visitas lo más cerca posible a los días feriados del padre y de la madre. Pero como todo proceso de la prisión las familias que GOTB trae a la prisión deben seguir una serie de pasos , para poder ser parte de estas visitas.
Después, de 14 años de no poder estar con su familia y luego poder visitar para conocer a su nieto, fue uno de los mejores sentimientos que el haya experimentado, Borjas explicó. Él nos explicó que ¡“Para mí fue una experiencia muy grande en mi vida”!
Michael Callahan, otro recluso aquí en San Quentin, también tuvo la oportunidad de ser un participante del evento el 15 de junio. Para él, GOTB no es un grupo ajeno, como él ya tenía conocimiento de lo que este programa ofrece.
Para él, el único contratiempo que se les presentó fue que la organización, faltando solo dos días antes de la visita, le informó a su esposa tan a destiempo.
A pesar de esta pequeña desdicha, para él y su familia la experiencia fue muy agradable. La familia disfrutó de los juegos de mesa y las actividades para los niños, que fueron parte del programa.
“Fue la primera vez que mis dos hijos pequeños han viajado en un autobús contratado”, el Sr. Callahan nos explicó. Cada residente tiene la oportunidad de aplicar. Sin embargo todas las aplicaciones deben ser aprobadas por el departamento correccional de California. Este proceso lleva un par de meses para completar.
Sin embargo hay más organizaciones, aparte de GOTB, que buscan ayudar a los seres amados con visitas a sus familiares en la prisión.
La organización IMMACULATE HELPING HANDS (IHH o Manos de Ayuda Inmaculadas, en español) es otra opción disponible para proveer visitas en persona. Ambas organizaciones son de caridad católicas. Ambas tienen la misma meta. La única diferencia con IHH, es que esta organización si tiene un costo por el viaje.