
Cientos de residentes del Centro de Rehabilitación de San Quentin, tuvieron nuevamente la oportunidad de mandar libros sin ningún costo para fomentar la lectura a sus seres queridos, el pasado Mayo.
Este es el segundo verano que se llevó a cabo en la biblioteca de CRSQ la feria de libros. Aproximadamente 1,100 libros fueron donados para este evento por la organización sin fines de lucro, “Los Amigos de La Biblioteca de San Quentin”, según la fundadora Kristi Kenney.
“El motivo que vine a este evento fue para conectarme más con mis dos niños y atreves de los libros quiero que tangan una buena educación”, comentó el residente Manuel Martínez.
Todos los libros fueron proporcionados por las tiendas locales del área de la bah ía , “Copperfield” y “Book Passage”. Los libros disponibles eran para niños y pre-adolecentes de edades 4-7, 8-11 y 12-15.
En el evento se contaron con una gran variedad de diferentes géneros de libros como: Novelas Gráficas, Ciencia y Actividades Educacionales que fueron los más populares entre los asistentes. Libros de historias con fotos, libros de personas de color, bi-racial e Indígenas (BIPOC) y en español.
De acuerdo con la bibliotecaria Charlotte Sanders, agradeció los esfuerzos de estas librerías comentando, “En estas tiendas hay cajas con carteles animando a los clientes para que donen libros para los residentes de CRSQ”.

Durante el evento se les estaba proporcionando un cuestionario a cada residente para asegurar que todas las necesidades estaban siendo cubiertas para el envió de sus libros. Incluyó un instructivo en como completar los pasos necesarios para enviar los tres libros permitidos a los familiares.
Natalie Atwright, una bibliotecaria de la librería pública de San Francisco dijo, “en la librería yo facilito servicios para encarcelados que reingresan a la sociedad. Para mí, estando aquí es una extensión del trabajo que hago para la comunidad”.
En la feria de libros, hubo cuatro voluntarios que asistían a los residentes a escoger los libros para sus seres queridos. La voluntaria Francesca Bell comentó que leer es educacional y saludable para los hijos.
Los otros voluntarios fueron, Pam Franklin, Rachel Kinson y Lisa Joss. Mientras la seguridad estaba siendo discutida, Sanders comentó, “me siento más segura aquí en la librería de San Quentin que en la librería publica de San Francisco.
Estuvo platicando Kenney con los residentes mientras hacían fila para entrar en la biblioteca. Se agruparon enfrente del comedor del edificio Norte. “Todo salió muy bien. Me gusto que estuvieran menos amontonadas las personas. Pensé que no iban alcanzar los libros,” dijo Kenny.
Aparte de los libros, Los Amigos de La Librería de San Quentin también donan material para aguja de punto, otro programa voluntario que ofrece la librería de SQ para todos los residentes que desean aprender esta manualidad, añadió Sanders.
En este evento se vio la presencia de muchos residentes de habla hispana. Por medio de los libros donados se permite establecer una comunicación entre los encarcelados y sus familiares. También es una de las maneras de ayudar con la educación de los hijos.
El residente Cesar Cabrera comentó, “es mi segunda vez que participó en este evento para enviarle libros a mis dos niñas y me da motivación. Agradezco a la institución que me ayuda a conectarme más con mis hijas”.