Algunos países están encarcelando a personas deportadas con antecedentes criminales y sospechosos con vínculo al narco tráfico o pandillas. 

La violencia perpetuada por criminales, pandilleros y el crimen organizado hizo que el presidente de Ecuador, Daniel Noboa declarara su país en “estado de guerra” ― después que 14 Ecuatorianos perdieran la vida, según reportó Anna Fleck de la prensa Statista.

El reporte indica que Ecuador es el punto principal en la exportación de cocaína proveniente de Perú y Colombia. Sin embargo el país sigue observando el aumento de violencia relacionada con pandillas. 

De 2019 a 2022, los homicidios en las calles de Ecuador subieron un 288%. Con una tasa de 26.7 en homicidios, por 100,000 habitantes. 

Para el año 2023, el gobierno de dicho país publicó sus propias estadísticas, 46 muertes por cada 100,000  habitantes, registrando 8,000 homicidios aproximadamente, alcanzando su punto máximo. 

“Empezando con el Salvador, está deteniendo a las pandillas quiénes están haciendo mal a la sociedad, y éste país está dando un ejemplo”, dijo Juan flores, un reo del Centro de Rehabilitación de San Quentin.

Recientemente el presidente Salvadoreño Nayib Bukele, ofreció a EE.UU. encarcelar a sus prisioneros por una cuota razonable. 

Países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Guatemala, Haití, México y El Salvador,  han alcanzado un aumento en el porcentaje de su población encarcelada, informó Fleck en su reporte.   

Sucesos como el de la televisora pública Ecuatoriana del Canal TC, donde un grupo de hombres armados interrumpieron  dentro, secuestrando a varios reporteros. Además de motines en las prisiones, dieron oportunidad de escape exitoso al reo Adolfo Macías, alias “El Fito” líder del grupo los “Choneros”, conformado por aproximadamente 8,000 miembros. Días antes también se había fugado Frabricio Colon Pico líder de la pandilla los “Lobos”. 

El presidente Donald Trump designó una orden ejecutiva contra los carteles de México, el Tren de Aragua y La Mara salva trucha, entre otros como “terroristas”. Declarándolos enemigo número uno de los EE.UU. Algo que el Presidente Bukele ya había declarado contra la maras en su propio país. Abriendo su famosa prisión Cecot (Centro de Confinamiento del Terrorismo). Con una capacidad de 40,000 personas encarceladas. 

El efecto actual de las deportaciones de EE.UU. han resultado en un incremento en  la tasa de encarcelamiento en los países latinoamericanos.  

“El crimen organizado en México, y la nuevas pandillas están dañando a sus ciudadanos, la violencia como el secuestro continúan siendo eventos  principales de mortalidad. Matan a gente inocente por estar en el lugar y hora equivocada,” dijo Jhonatan Bahena Valle, un inmigrante mexicano y residente de SQ. “También está mal que estén encarcelando a la gente deportada, por cargos que no han cometido. Ellos ya pagaron sus crímenes con la sentencias que completaron en EE.UU.” 

Según Víctor Morales, originario de México y reo de SQ., reconoce que la violencia ha estado creciendo en México. La redes sociales enseñan videos de mucha violencia y por esta razón los ciudadanos lo han normalizado. 

Sin embargo, en Latinoamérica las prisiones tienden a tener condiciones menos favorables en comparación con otros países, como en Estados Unidos. Por ejemplo, El Salvador aísla a sus reos del mundo exterior; sin derecho a visita, llamadas telefónicas y correspondencias, además de ser un país en donde los familiares deben pagar siete dólares por la comida, cuando en EE.UU. y otros países alimentan a sus prisioneros como parte de sus derechos a su condena.