Existen actualmente 5.17 millones de ciudadanos Americanos a quienes no se les permite votar, aún después de haber servido su condena en la prisión y haber pagado su deuda con la sociedad, reporta Trone Dowd de las noticias Vice.
Muchos de los estados todavía tienen leyes estrictas para votar y obtener esos derechos de nuevo pareciera algo imposible. Algunos estados requieren que el que ha estado encarcelado anteriormente page sus deudas de restitución, abogado público, y otras deudas pendientes antes de poder votar. Así mantienen a estos ciudadanos rehabilitados sin derecho al voto muchos años después de que son liberados. Otros estados requieren una petición especial al gobernador y aún así no es garantizado. Esto afecta en su mayoría a las personas de color, reporta Dowd.
En Florida grupos a favor de los derechos al voto, luchan en contra del requisito de pagar deudas de prisión, pero una corte federal eventualmente mantuvo la ley a pesar de las objeciones de éstos grupos y de jueces de las cortes bajas, comentó Dowd. A partir del 2016, varios estados han cambiado leyes de privación al derecho a votar, para que menos personas sean afectadas, o han hecho cambios para que les resulte mucho más fácil obtener sus derechos a votar después de cumplir su condena. Kentucky, Virginia, Florida, Nevada y Alabama son estados que han pasado leyes en respuesta a las demandas de regresar los derechos a votar a los ex reos.
Teóricamente, éste cambio afecta a millones de personas, pero en realidad, no todos estos individuos votan. Muchos estados todavía tienen procesos complicados, en tanto otros procesan mala información de cómo las leyes funcionan. Esto todavía predomina en comunidades impactadas, reportó el artículo. La situación es todavía peor, particularmente en estados donde no les gustan estos cambios y no entrenan a los registradores apropiadamente, dijo Blair Bowie, un abogado y consejero del Centro de Campaña Legal en Washington, D. C.
“El estar encarcelado es una experiencia en la que el estado controla cada aspecto de tu vida 24/7,” dijo Bowie.
Estas personas entienden el poder del gobierno y el impacto en sus vidas. Ellos no se imaginan en solo apagar un switch y vivir libre ignorando al gobierno. Saben por experiencia lo importante que es usar los métodos de nuestro proceso democrático.
El sentirse separado de la sociedad es un factor importante en la reincidencia de acuerdo a Gicola Lane, organizadora para corazones libres en todo el estado, esta es una organización en Tennesse a favor de las leyes locales de restauración al votante. “Cuando no pueden votar por problemas de trabajo y vivienda, los hacen sentirse como ciudadanos de segunda clase, eso es lo que expresan ex reos después de ser liberados.” Dijo Gicola Lane.
“Me sentí muy mal, ya que los errores que cometí antes de que siquiera pensara en tener hijos ahora les van a causar sufrimiento”, digo Chandra McNealy, después de ser liberada de prisión, y perdió el derecho a votar, según el proyecto de sentencias- “Esto hace que unos se preguntan ¿De qué sirvió mi tiempo en la prisión y pagar mi deuda a la sociedad? ¿Porqué no olvidar el pasado y continuar con el presente?” dijo McNealy.
McNealy, quería votar en las elecciones locales. “yo ni siquiera trataba de votar por un presidente; solo trataba de votar por las personas que ocupan posiciones en la mesa del distrito escolar y las personas que ocupan posiciones en la comisión de policía. Estas personas desempeñan un papel importante en los asuntos de nuestra comunidad que afectan a nuestros hijos. Yo quería formar parte del voto en la toma de decisiones y ni siquiera pude ser parte de eso”.
Alonso Malone, 60 años nativo de Bardstown, Kentucky, perdió su derecho a votar después de pasar ocho años en prisión. Para solicitar su derecho a votar, tuvo que pagar una solicitud de derecho de $70 dólares. Todo esto por su record criminal. Él trabajaba por la mañana haciendo trabajos pequeños en restaurantes.- obtenía cerca de $70 a $80 dólares al día.”- digo Malone. “Cuando deduces los impuestos, pasajes y comida, te queda poco dinero para ahorrar. Tenía que ahorrar durante las semanas para poder pagar la renta al fin del mes”.
Sus intentos de seguir adelante fueron truncados. Le negaron su derecho al voto cinco veces durante 17 años y cuatro administraciones gubernamentales de Kentucky.
“Yo me sentía como si no fuera nada, como si yo no existiera,” le comentó Malone a Noticias Vice. “Yo era el hombre invisible con una “F “escarlata en mi frente.
Ahora, Malone es pastor de la Iglesia Nuevo Cristiano en Louisville y tiene una licenciatura en administración y artes culinarias. Él también administra su propio servicio de alimentos-reporta el artículo. Para Malone obtener el derecho al voto, no solamente le da una segunda oportunidad después de su tiempo en la prisión, sino también le da esperanza en todos los aspectos de su vida.
En los últimos tres o cuatro años, él ha visto algunas mejoras y está muy agradecido, dijo Malone. “Aunque me habían dicho que yo nunca volvería a tener el derecho a votar otra vez, yo continúe creyendo que podía. Este es un recordatorio a mí mismo que si continúo perseverando, cualquier cosa es posible.”
—Traducido por Víctor Tapia; editadó por Tare Beltranchuc