Jóvenes encarcelados en toda la nación están sintiendo la presión psicológica al estar expuestos a las condiciones difíciles que representan los encierros solitarios por el “aislamiento médico”, cuarentena ligera o problemas de conducta debido al brote de la pandemia del COVID-19, según un reporte del The Marshall Project.
“Dejar a los menores encerrados en sus celdas sin acceso a las escuelas, recreación, programas de rehabilitación y sin visitas familiares, está ocasionando que los niños se sienten solos y se estén aburriendo”, dijo un terapeuta de Maryland Youth Facility, según el reporte.
“Es difícil imaginar una población más vulnerable de cara a la pandemia”, dijo Craig W. Haney, en una declaración en la corte en Marzo 2020. Haney es un Psicólogo social y un experto en psicología del aislamiento en la Universidad de California en Santa Cruz.
Él añadió que los problemas de abandono pueden resurgir en estos tiempos porque los jóvenes en el sistema de justicia han sufrido trauma en sus infancias, según el reporte.
Una madre, cuyo hijo fue detenido en la Bon Air Centro Juvenil Correccional en Richard, Virginia, dijo que su hijo estaba regresando a su forma de pensar negativa y le escribió una carta de suicidio. Le tomó un mes más hasta que ella pudo hablar con su hijo por teléfono.
“La llamada se cortó antes de que yo pudiera decirle te amo”, ella dijo, según el reporte.
Se dijo que los niños en la institución estaban sentados solos en sus celdas preocupados por el virus mortal y su efecto en sus familiares y maestros, de acuerdo a otro padre, quien tiene un niño en la misma institución.
Antes del brote, la Institución Bon Air daba una clase de tejido y los voluntarios enseñaban literatura Rusa, dijo el reporte.
Las condiciones en las instituciones de jóvenes se estan pareciendo más s al estilo de aislamiento de las prisiones para adultos, según muchos adolescentes encarcelados, partidarios y oficiales de correccionales en más de doce estados, dijo el reporte.
Hay más de 44,000 adolescentes encarcelados en centros de detención federal y estatal, señaló el reporte. Aproximadamente 70% de jóvenes están encarcelados por delitos no violentos, reportó The Sentencing Pro-ject. Muchos de los detenidos esperan sus juicios y no han sido condenados por ningún crimen, añadió el reporte.
En Louisiana, algunas instituciones de menores estaban siendo re-equipadas por oficiales de libertad condicional, quienes son entrenados en tácticas policiales para adultos, y algunos jóvenes están siendo sometidos a la fuerza. Los adolescentes que pelean o tratan de escapar son puestos en celdas de aislamiento que no han sido usadas por años, según el reporte.
En circunstancias irregulares como esta, es normal utilizar todos los recursos del departamento para seguir manteniendo un ambiente seguro para nuestro personal y los adolescentes, dijo Beth Touchet-Morgan, vocero del Lousiana Office of Juvenile Justice, en cuanto al uso de las celdas.
La decisión de cancelar las clases escolares y visitas familiares en las instituciones juveniles debido al COVID-19 ha ocasionado que muchos adolescentes se sienten paranoicos, solos y aburridos, expresó el reporte.
“En realidad, yo siento que no les importamos a ellos”, dijo un joven de Baltimore al The Marshall Project.
Según la Academia Americana de Pediatras, todo los días que un adolescente pasa en un aislamiento similar al de las prisiones para adultos, sin aprender nuevas habilidades y sin recibir un tratamiento de salud mental, es en sí mismo una emergencia de salud, citó el artículo.
Los jóvenes han estado encerrados en celdas de aislamiento 23 horas al día. Ellos solo interactúan con los oficiales de la correccional, o tienen que gritar por debajo de las puertas de sus celdas para poder comunicarse con sus amigos, dijo el reporte. A nivel nacional, el equipo SWAT y el gas pimienta han sido usados para controlar a jóvenes frustrados que han tenido discusiones acaloradas y se han peleado entre ellos mismos.
Algunas agencias de detención juvenil y jueces alrededor del país han tenido que intervenir para reducir la población en las prisiones juveniles. Solo dos gobernadores en (Michigan y Colorado) han ordenado la libertad masiva de jóvenes que se encuentran en las cárceles para combatir la propagación del COVID-19. Solo 10 estados han reducido la población a nivel estatal, según el grupo de apoyo Youth First Initiative, señaló el reporte.
“En nuestro sistema judicial, nunca antes nos hemos preguntado; si la cárcel hace más daño que el bien”, dijo Jenny Egan, jefa de abogados de la división juvenil de la oficina de defensores públicos de Maryland. ¿Puede ser posible que se logre el objetivo de rehabilitación de las cortes juveniles en este periodo de tiempo?
El estrés, la frustración y la distancia social han llegado a ser una forma de encierro aislado para los adolescentes en las cárceles. La escuela era una forma de libertad dentro de las instituciones. Ellos podían salir de sus celdas y participar con otros estudiantes, señaló el reporte.
Las tareas, videojuegos y lecciones de video en la pantalla han sustituido la recreación y el aprendizaje para los jóvenes encarcelados.
Los partidarios de los derechos de los niños no estan seguros cuantos niños han sido puestos en aislamiento por razones médicas, u otras razones, ya que no los dejan entrar a las cárceles debido a la pandemia, dijo el reporte.
La Organización de las Naciones Unidas considera el aislamiento de adolescentes una violación de los derechos humanos. Estudios han demostrado el incremento en suicidios y futuras tasas de mortalidad, dijo el reporte.
“¿Puede alguien creer que la rehabilitación es posible en una institución cerrada durante una pandemia?”, preguntó Nate Balis, el Director del Grupo Estratégico de Justicia Juvenil de la Fundación Annie E. Casey. ¿Qué es lo que estamos haciendo, en realidad, al mantener todavía a los niños encerradeos en instituciones de detección?
— Editadó por
Tare Beltranchuc