La ignorancia no fue excusa para Efraín Castañón, quien por decidia tuvo que pasar cuatro meses en segregación y agregó siete meses más a su sentencia.
Castañón dice que al llegar a prisión nunca se tomó el tiempo de leer el libro de reg- ulaciones del Departamento de Correcciones conocido en inglés como “Title 15”. Su falta de cuidado y la decidia al no tomarse el tiempo de aprender las regulaciones de la prisión lo llevaron a cometer errores que afectaron su vida en la cárcel.
Ya estando en prisión Castañón fue acusado de posesión de arma y poner en peligro la seguridad de la institución.
La posesión de arma, según Castañón, fue porque tenía una navaja que obtuvo de un rastrillo para rasurar que proporciona la institución. Él usaba la navaja para sacar punta a unos lápices de colores que utilizaba para dibujar y colorear tarjetas que hacía para su familia e hijos.
“Les expliqué que usaba la navaja para sacarle punta a mis lápices de colores pero no me hicieron caso”, dijo Castañón. “Yo no lo sabía, pero la ignorancia no es una excusa para la administración”.
Muchas de las personas que terminan en la cárcel deciden no poner atención a las reglas de las prisiones, las cuales son muy estrictas y cuando el individuo rompe una de esas reglas la administración lo toma muy en serio.
Lo cierto es que las reglas y regulaciones de sistema carcelario son muy específicas y las personas encarceladas en el sistema deben estar al tanto de estas.
El titulo 15, sección 3315 (V) dice, “posesión no autorizada de materiales o sustancias que pueden ser modificadas o alteradas de su estado de fabricación original o propósito con el potencial de hacer, o en el proceso de estar siendo hecho, en una arma; explosivo o mate- rial que puedan fabricar un explosivo, veneno cáustico, sustancias cáusticas o un instrumento destructivo”.
El titulo 15, section3005(a) dice “prisioneros o ex prisioneros deben obedecer las leyes, regulaciones, y procedimientos locales, y abstenerse de comportamientos que puedan llevar a la violencia o desorden, o de otra manera poner en peligro la institución, fuera de la comunidad o a otra persona”.
El titulo15 sección 3341.9 (B), también dice que “posesión o fabricada/fabricación de una arma incluyendo materiales alterados de su estado original o propósito y la cual fue modificado en un armaotra que una arma de fuego o instrumento explosivo y que ha sido modificado en un intento obvio o capacidad de causar heridas serias, y que este bajo el control o control inmediato de preso”. Por lo cual el individuo puede ser puesto en segregación por un lapso de entre cuatro a doce meses.
La experiencia para Castañón no fue muy grata. “Fue muy difícil estar en segregación. El estar separado del resto de la población fue una experiencia horrible”, dijo. “Me sentí triste, deprimido, desesperado, y preocupado por no saber lo que pasaría conmigo. Estar separado de todos me hizo sentir humillado y me di cuenta de lo poco que valoran la vida de un ser humano en prisión”.
Un reporte de Southern Poverty Law Center, encontró que las personas que pasan tiempo en segregación pueden sufrir de problemas de impaciencia, desarrollar pensamientos incoherentes y problemas con el habla. Otros pueden desarrollar desordenes postraumáticos de estrés. Y aún más, los problemas pueden ser más graves y llevar a la persona al suicidio.
“Un estudio nacional real- izado en 401 cárceles descubrió que dos terceras partes de los suicidios, (o intento de suicidios) en las cárceles fueron llevados a cabo por personas en confinamiento solitario. El pasar tiempo en segregación es una experiencia impactante para muchas personas. La separación del resto de la población también puede llevar a las personas a experimentar depresión y otros síntomas emociona- les que pueden impactar la salud mental de las personas que pasan por experiencias similares”, reportó Southern Poverty Law Center.
Después de pasar por todos los tramites disciplinarios Castañón fue transferido a la prisión estatal en Corcoran, California en donde purgó el resto de tiempo que tenía que pasar en segregación. Al terminar ese periodo, Castañón fue transferido otra vez a San Quentin.