Spanish Journalism Guild
La persona que abre las puertas a la educación, cierra las puertas de la prisión.
El departamento de educación de la prisión de San Quentin celebró la graduación de 351 alumnos que comenzaron su enseñanza desde antes de la pandemia en el 2019.
Varios de ellos han sido trasladados a otras instituciones estales o están ya en libertad.
La ceremonia inició con la procesión de los graduados entrando al escenario, mientras que los familiares gritaban con júbilo al verlos con sus togas y birretes. El salón se llenó de energía e hicieron que esta ocasión fuera muy inolvidable.
Poco después, los guardias de las banderas desfilaron presentando los colores, haciendo descender un silencio completo en respeto al verlos marchar.
“Hoy es como navidad para todos los maestros de SQ”, dijo la maestra Alina Stanciu. “Estoy tan emocionada que perdí mi voz de tanto llamarlos a que se alistaran”.
Este evento no solo fue de gran impacto para los graduados y familiares. También resonó en los corazones de personas como la maestra y estudiante de Berkeley, la señora Mitzi Perez-Caro, que asistió por primera vez.
“Todos estaban súper emocionados de ver a sus seres amados graduarse en el escenario. Como maestra de secundaria, yo veo graduaciones cada año y la energía aquí es en verdad muy inspiradora”, dijo la Sra. Perez-Caro.
El poder de la educación cambia la perspectiva y da poder a la rehabilitación.
Para Raymoan Powe, como un alumno y padre, el obtener su diploma significa mucho. La educación le ha enseñado la importancia de ser el ejemplo para su hija de 13 años.
Anteriormente Powe no consideraba el impacto de este alcance. Ahora comprende que muchos nunca lograrán cruzar el escenario con sus birretes.
“La gente me dice que hoy soy una persona diferente. Ya no pienso con una mente criminal o negativa”.
Similarmente recibiendo su certificado de Tecnología Relacionada con Computadoras, Joe V. Zigler se conmovió al completar este curso en honor y memoria de su hija – que falleció mientras él se encuentra encarcelado.
Milton (Ton) Alcantara, fue invitado a compartir sus pensamientos y con agradecimiento habló en ambos idiomas – en honor a sus padres. Él dijo que había abandonado sus estudios cuando era joven, por sus creencias distorsionadas.
“Nunca pensé que estaría recibiendo mi diploma de la secundaria…”, Alcantara añadió, “Aun cuando no recibía visitas [por COVID] o llamadas, mi maestra siempre se hizo presente”.
Viendo el crecimiento de los individuos tratando de superarse, dijo René Sutton, “No juzgues a nadie; quizás nunca podrás entender lo que [ellos] estan pasando”.
El orgullo de los padres es inexplicable. Ellos pudieron compartir este momento tan especial juntos con sus hijos.
El señor Aurelio Acevedo se sintió muy feliz y orgulloso que su hijo José lograra graduarse del curso de Tecnología Relacionada con Computadoras.
“A todo padre yo lo animaría apoyar a sus hijos mientras están encarcelados”, dijo el Sr. Acevedo. “Lo que me gusta de este evento es que todos pudieron divertirse sin importar la raza, o color de piel”.
El amor de una madre es la bendición de los hijos. No hay barreras, ni distancia que impida que una madre visite a su hijo.
Para la señora Norma Mata, que pudo ver a su hijo por primera vez después de un año y medio, fue una ocasión muy conmovedora.
“Como madre, yo sentí muchas emociones, cuando lo vi por primera vez después de tanto tiempo”, compartió la señora Mata.
Con este logro, ella puede ver el cambio que su hijo está dando para una vida mejor.
Un caso muy especial que se dio en la celebración: Pablo Salinas se graduó recibiendo su GED – pero la historia no terminó allí.
Avivó a su madre con una gran sorpresa y nueva realidad. Hace tres días (antes de su graduación), él fue otorgado libertad condicional de su sentencia de cadena perpetua.
¡“Estoy sobrecargada con gozo! ¡Mi hijo se graduó – y hoy me dijo que él fue encontrado disponible para libertad condicional, después de siete años de encarcelamiento!”, dijo Obdulia Jacobo Salinas. Ampliando, “Tengo la esperanza que en el futuro mi hijo estará en la casa con todas sus hijas”.
La comunidad latina formaban un gran segmento de todos los honorados en esta ceremonia, con más de 23% del total. De entre los 102 que se pudieron hacer presentes para la graduación, 24 de ellos eran de ascendencia hispana.
El genuino deseo de velar por el prójimo se manifestó en el evento. Carlos Gonzales retó a todos a ser parte de la solución diciendo, “…todos tenemos talentos y deberíamos de usarlos… me gusta ayudar a los demás estudiantes a alcanzar sus metas y ya lo estoy haciendo aquí en la prisión”.
El concepto es similarmente compartido por el director escolar Michael Wheelis, comunicando que, “La gente puede completar sus metas educativas, sin importar el ambiente físico en que se encuentre, como evidenciado por los graduados hoy”.