Nuestra comunidad de habla hispana, cumpliendo sentencias en las cárceles y prisiones de los Estados Unidos (EE.UU.), tiene una menor oportunidad de rehabilitarse. Una encuesta realizada en la Prisión Estatal de San Quentin a principios del año 2016, demostró que de los aproximadamente 64 programas de auto-ayuda que se ofrecen en la prisión, únicamente cinco son en español —el resto son en inglés.
La mayoría de los Latinos en San Quentin no hablan inglés, lo cual limita no sólo su rehabilitación, sino también su desarrollo emocional. Sergio Carrillo, mexicano cumpliendo una sentencia de15 años a vida, manifestó que a pesar de hablar “un poco de inglés”, no logra expresarse como él quisiera puesto que el idioma representa una “gran barrera.”
Jesús López, con una condena de 15 años a vida, al preguntarle como los programas en español habían transformado su vida, menciono “Yo era una persona impulsiva que no controlaba mi enojo, pero ahora tengo suficientes herramientas para canalizar mi ira de una manera positiva.” Así mismo menciono, “los programas de auto ayuda en español son necesarios porque contribuyen a nuestra rehabilitación, nos permiten participar, entender, crecer como persona y tener la capacidad de expresar el ‘insight’ de nuestro crimen.
José Segura, recientemente puesto en libertad después de haber vivido más de veinte años en diversas prisiones de EE.UU., constantemente intento participar en los programas de rehabilitación, pero debido a que no dominaba el idioma ingles, su desarrollo psicológico, emocional y espiritual se vio limitado. Además, no pudo presentarse con las herramientas suficientes que la “Tabla” (Parole Board) exige a los presos para ser “candidatos a su liberación.”
Después de dos años dentro del programa VOEG (Victim-Offender Eduaction Group) en español, Segura fue capaz de entender la magnitud de su crimen y posteriormente expresar delante de la “Tabla” los factores que lo llevaron a cometer su crimen. VOEG es uno de los cinco programas que se ofrecen en español y el primero que se facilita durante dos años de manera ininterrumpida. Gracias a VOEG, en Enero del 2016 Segura finalmente pudo obtener su libertad condicional.
Guadalupe Aranda, también con una sentencia de 15 años a vida, expresó que en Alcohólicos Anónimos (A. A) en español, aprendió a “trabajar (los doce) pasos.” Aranda vio truncada sus deseos de participar y compartir su historia en la sesiones de A. A en ingles debido a la barrera del idioma.
Pablo Ramírez, cumpliendo una sentencia de 34 años a vida, mencionó que AA le ayudó a descubrir sus defectos de carácter y “a trabajar en ellos”; como resultado, Ramírez dijo que sus “relaciones personales y sociales mejoraron.”
En una entrevista con el Director Ejecutivo de San Quentin News, Arnulfo García comento la importancia de que la comunidad de habla hispana tenga más programas de rehabilitación en español, Garcia explico, “al poder participar en los grupos de auto-ayuda en nuestro propio idioma, nos convertimos en agentes de cambio que podemos impactar de manera positiva a nuestra sociedad, familia y comunidad.”
Actualmente en San Quentin, existen cinco programas disponibles en español los cuales han tenido un impacto positivo en la comunidad latina. Por esta razón, otras prisiones, cárceles y centros de detención deberían de sumarse a esta labor, para que más gente de habla hispana, tenga la oportunidad de rehabilitarse.