Por Larry Smith
Gremio Periodístico
La hospitalización psiquiátrica de jóvenes latinos en California ha incrementado drásticamente con relación a los niños y jóvenes anglosajones y afro-americanos, de acuerdo a la información estatal. Expertos están en desacuerdo sobre la causa.
Entre los años 2007 y 2014 los latinos de 21 años y menores tuvieron un incremento de 86% en hospitalizaciones de salud mental de acuerdo a la información de la oficina de desarrollo y planeación de la salud a nivel estatal. En el mismo período los jóvenes Anglosajones y afro-americanos tuvieron un incremento de 21% y 31% respectivamente.
Leslie Preston, Directora de salud de la Clinica de La Raza, sugiere que la escasez de psiquiátras bilingües y biculturales limita el acceso al cuidado preventivo a los niños latinos, lo cual se une a la crisis que enfrentan los profesionales.
“Todos están tratando de contratar médicos que hablen español”, Preston declaro. “No hay suficientes médicos para satisfacer la demanda.”
Jeff Rackmil, director del sistema de salud de los niños en el condado de Alameda, mencionó que el crecimiento de la población y el aumento de niños latinos bajo el programa de Medi-Cal podría ser la razón del incremento.
Sin embargo, la población latina de 24 años y menores en California aumento solamente un 8% del 2007 al 2014, de acuerdo a estadísticas estatales. Además, menos de un 4% de niños latinos recibieron servicios especiales de salud mental a través del programa de Medi-Cal entre el 2010 y el 2014, lo cual contrasta con un 7% entre los niños anglosajones y afro-americanos elegibles.
“Frecuentemente las familias esperan hasta que los niños estén afectados mentalmente”, comento el Doctor Sergio Aguilar Gaxiola, profesor de Medicina en la Escuela Davis, de la Universidad de California.
Otros expertos sostienen que la resistencia cultural y el estigma detectado en la consejería de salud mental, afectan los reportes de familias latinas con niños enfrentando esos problemas de salud.
En el transcurso de su carrera el Dr. Alok Banga, director médico en el Hospital Sierra Vista en Sacramento, se ha dado cuenta que algunos padres inmigrantes no creen en enfermedades mentales y no entienden la necesidad de atención cuando un niño cae en depresión o intenta suicidarse. Varios padres de familia tienen más de un empleo, menciono el Dr. Alok, y aquellos sin un estado legal temen acudir a un hospital y enfrentar al Servicio de Protección de Niños.
De acuerdo al Dr. Banga, la falta de psiquiátras para niños y de un servicio al cliente disponible para comunidades latinas sigue siendo un gran problema.
“El incumplimiento del tratamiento médico recae en instituciones: hospitales, cárceles y prisiones,” expreso el Dr. Banga.
Juan García, Profesor retirado de la Universidad del Estado de California en Fresno, expreso que los servicios psicológicos son escasos en el Central Valley, donde la mayoría de agricultores son latinos. Estos trabajadores han sido y siguen siendo los más afectados por la sequía y la gran recesión, argumenta García, lo cual ha generado ansiedad, abuso de sustancias y otros problemas psicológicos.
De acuerdo a la recopilación de datos, la hospitalización psiquiátrica de jóvenes latinos por cuestiones mentales en el condado de Fresno se ha triplicado entre el 2007 y el 2014, mientras el índice de afro-americanos y anglosajones muestra un incremento de casi el doble.
“Los servicios para esta población se ha retrasado por décadas en relación a donde debería de estar hoy”, comenta García.
Algunos hospitales reportan que niños se mantienen estancados por días en los pasillos de los cuartos de emergencia, esperando una cama en el hospital en medio de una crisis psiquiátrica. “Es una experiencia traumática para las familias y los niños,” comunico Shannyn McDonald, Jefe del Departamento del sistema de Comportamiento de Salud de los niños.
En años recientes el condado ha expandido su programa de publicidad, que se encarga de contratar a miembros de la comunidad como trabajadores sociales para ofrecer servicios de salud mental básicos.
Rossy Gomar, del pueblo de Oakdale es una de las trabajadoras sociales. Ella dedica de 60 a 70 horas a la semana manteniendo una relación entre el gobierno local y los residentes latinos.
Rossy comenta, “Hay muchos jóvenes quienes no tienen ninguna esperanza.”
Sin embargo, esa situación puede cambiar gracias al trabajo de Rossy. Un cliente de Gomar de 17 años de edad, cuyo nombre se ha remitido por causas de privacidad, relato como la consejería le ayudo a superar el haber terminado una relación con su novio. Ella había estado consumiendo alcohol, usando drogas, hasta el punto de contemplar quitarse la vida ya que tenía miedo hablar con sus padres al respecto. Finalmente, decidió acudir a la oficina de la trabajadora social y comenzó a llorar.
“Gomar me dijo todo va a estar bien, te queremos aquí,” La muchacha comento. “Cuando estaba hablando con ella, me sentí mucho mejor.”
–Traducción Tare Beltranchuc y Marco Villa