Aun después de 7 años que su hijo fue puesto en libertad en Maryland, Keisha Hogan continúa apoyando la legislación de una nueva ley para que otros jóvenes encarcelados sean tratados mejor que su hijo dentro del sistema de detención juvenil del estado de Maryland.
Su hijo era apenas un adolescente de 13 años cuando robó un teléfono celular, siendo su primera ofensa. Aunque se le recomendó al juez que el delito ameritaba sólo pedir perdón por escrito y recibir consejería, el magistrado optó por privarlo de su libertad por 90 días enviándolo al programa ‘Wilderness’ o ser retirado de todo contacto público según el artículo.
Al no mejorar su carácter, el joven recibió otra sentencia y otra más hasta acumular más de dos años como preso en el Centro de Detención Juvenil de Maryland, reportan Lea Skene and Darcy Costello para el Baltimore Sun.
“Cuando finalmente vino a casa, fue como dejar a un animal salir de la jaula”, dijo Hogan. “Él se perdió cosas que nadie puede regresarle.”
Como era de esperarse meses después el joven reincidió y fue enviado en esa ocasión a la prisión para adultos, reporta el Baltimore Sun.
De todas maneras, su madre, la señora Hogan, persistió en procurar un cambio permanente en la legislación que afecta a los ofensores jóvenes.
“Yo podría decir absolutamente que el sistema legal juvenil de Maryland ha creado a un criminal,” expresó Hogan en una entrevista esta semana. “Si usted quiere saber cómo crear un animal, vaya a entrevistar a mi hijo.”
El esfuerzo de la señora Hogan dio frutos unos años después. La senadora Jill P. Carter, una demócrata de Baltimore, propuso una ley para la consideración de los legisladores estatales. Dicha ley reformará el sistema de justicia juvenil en Maryland, estableciendo nuevas reglas para sentenciar a los adolescentes. La senadora Carter incluye en su llamada “ley de ómnibus” lo siguiente: no confinamiento por delitos menores por primeras ofensas a menos que el crimen sea perpetrado con arma de fuego, indicó el reporte.
Otra propuesta de ley por la misma senadora requerirá que los padres sean notificados y también que les permitan a los adolescentes hablar con abogados antes de ser interrogados. Ambas propuestas de ley fueron aprobadas por el Senado y van en camino al voto final en la Cámara de los Representantes, reportan Lea Skene and Darcy Costello para el Baltimore Sun.
“Este es un gran éxito” dijo Jenny Egan quien supervisa la división juvenil de Baltimore para la Oficina del Defensor Público. “Tenemos que dejar de usar jaulas como apoyo para corregir siempre que el sistema les falla a nuestros niños”.
Como toda ley, siempre habrá opositores y en esta ocasión fue el asistente del abogado estatal William Katcef, q uien testificó en contra de la ley de ómnibus. Katcef argumenta que la propuesta permite a los delincuentes jóvenes a evadir cargos en crímenes serios. El habló en representación de la Asociación de Abogados del Estado de Maryland, de acuerdo con el Baltimore Sun.
“Existen un número de ofensas menores que son muy serias”, explicó Katcef refiriéndose a los límites de encarcelación. “Yo simplemente no pienso que lo que contiene esta propuesta… realmente tenga ningún sentido.”
Por otra parte, Carter defiende su propuesta argumentando que la meta principal es la seguridad pública.
Además, ella piensa que invertir en los pequeños y recompensarlos con mejores oportunidades podría motivarlos a tomar un camino alejados del crimen, dando mejores resultados en el futuro, de acuerdo al artículo.
“Los niños son diferentes que los adultos. Mas aunque es una verdad obvia, en nuestro sistema de justicia juvenil, ellos son tratados como si fueran pequeños adultos”, dijo Carter frente al comité de audiencias acerca de la ley que ella misma propuso. “La corte juvenil nunca fue diseñada para ser mediadora en altercados en ‘el patio de recreo’, ni para castigar errores infantiles.”
Melissa Goemann, representante del National Juvenile Justice Network, explica que la gente joven, como tiene su cerebro en desarrollo, puede tener menos control de sus impulsos y está más propensa a tomar riesgos, más susceptible a recompensas inmediatas y más dócil a obedecer la autoridad, según el reporte del Baltimore Sun.