El 1000 Mile Running Club llevo a cabo la octava carrera anual de tres horas de entrenamiento con miras al maratón del mes de noviembre. Un promedio de 25 corredores se anotaron para participar y batir sus propios records. La carrera comenzó a las 8:40 a.m. el 12 de octubre.
La peculiaridad de algunos de los corredores es que comparten historias similares ya que ellos personalmente o algún miembro de su familia son sobrevivientes del cáncer.
Tommy Wickerd, presidente del 1000 Mile Running Club ha sido parte del club por cuatro años. En ese lapso ha acumulado 5,600 millas y algo que dice lo ha motivado a seguir adelante es el recordar la batalla que su madre enfrentó contra el cáncer.
“Recibo la fuerza de mi madre y pienso en lo que paso en su batalla contra el cáncer,” dijo Wickerd.
“Ella me mando una foto en donde está completamente sin pelo debido a la quimioterapia que estaba recibiendo. Eso me hizo pensar lo luchadora que es mi madre y me motiva para correr una milla más cuando siento que ya no puedo más” dijo Wickerd.
Wickerd comentó que en el club de corredores todos se sienten como una gran familia. “Ninguno de los corredores que conozco le quiere hacer daño a su cuerpo especialmente usando drogas y eso es muy motivante para mí”, dijo Wickerd.
En el entrenamiento de octubre, nueve voluntarios encargados de contar las millas de cada uno de los corredores recibieron las indicaciones del entrenador Frank Rouna, quien también recordó a los corredores que no se esforzaran mucho. “Recuerden, este es solo un entrenamiento”, les dijo.
Rouna es el fundador del 1000 Mile Running Club en San Quentin y ha estado en el club por cerca de 14 años. “Hay un par de los primeros miembros del club que todavía participan, el club ha crecido considerablemente en los pasados 10 años y tenemos más corredores entrenando”, dijo.
Mike Keeyes de 72 años, uno de los corredores de San Quentin dice que ha sido parte del club por cerca de cinco años. “Me uní al club para unirme a la comunidad con los corredores de corredores y proveer apoyo a esta comunidad”, dijo Keeyes.
Keeyes es un sobreviviente de cáncer de próstata y dice que el correr también le ha ayudado a mantenerse saludable.
Keeyes también ha inspirado a otros reos que han decidido formar parte del 1000 Mile Running Club.
Keeyes dice también que en el club de corredores ha conocido gente que ha tenido muchos problemas médicos como cirugías de corazón abierto, obesidad y de adicciones a otras sustancias. “Se han sobrepuesto a estos problemas corriendo y usándolo como una forma de terapia, no se den por vencidos”, dijo Keeyes.
Kevin Rumon, otro de los voluntarios y quien también es un sobreviviente de cáncer de garganta dijo: “El ser parte del club me da mucho más de lo que yo doy viniendo como voluntario. Admiro a la gente que dentro de la adversidad deciden tomar decisiones correctas”.
Rumon ha sido parte del club por cerca de 10 años.
Jim Maloney, también sobreviviente de cáncer, dice que se enteró del club por medio de un amigo y ha formado parte de éste por cerca de cuatro años. “Al principio no sabía que esperar al venir a una prisión, pero inmediatamente sentí la bienvenida cariñosa de los corredores, y eso me hizo seguir viniendo. Ahora cuando me voy de aquí me siento con un corazón pleno y lleno”, dijo Maloney.
Michael Johnson dice que parte de su motivación es mantenerse saludable ya que su madre también es una sobreviviente del cáncer de seno. Esto también llevo a su hermana a hacerse un masectomía ya que ella tenía un alto riesgo de desarrollar cáncer de seno.
“Todo eso me llevo a hacerme los estudios para ver si yo también era propenso a desarrollar cáncer y salí positivo de BRCA1 que significa que yo también estoy en riesgo de desarrollar cáncer de seno y pancreático, y ahora corro mientras pueda, no sé qué pueda pasar mañana”, dijo Johnson.
Jim Morris, otro de los voluntarios, dice que empezó como donador de zapatos para los corredores del club y finalmente se unió a éste en el 2014.
“Nadie me dijo nada de lo que podía esperar de la gente en prisión, y tuve que dejar toda la ideología que tenía tomada de las películas. Una vez aquí, los corredores me trataron muy cordialmente, no escuché malas palabras ni gritos, eso me sorprendió muchísimo”, dijo Morris.
Las tres horas terminaron con los corredores agotados pero contentos por su logro, a pesar de un par de alarmas de seguridad que les quitaron el ritmo. Los corredores más sobresalientes fueron: Fidelio Marin con 24 1⁄2 millas. Mark Javosik con 23 3⁄4 millas. Steve Reitz con 21 3⁄4 millas. Brett Ownney 20 1⁄4 millas. Michael Johnson 18 1⁄4 millas y John Levin con 18 1/8 millas. Finalmente el veterano corredor de 72 años, Mike Keeyes terminó con 17 millas.