El arte y la cultura, es moldeada por medio de la arena, pan, agua, pegamento, cera de piso (Wax), y claro también con el papel del baño.
Para este residente, del Centro de Rehabilitación Martin Rodríguez García, el arte le ayuda a poder estar ocupado. Le ayuda con su salud mental de acuerdo a sus palabras, el recibe la felicidad de otros después que el comparte su arte con ellos.
“Cuando era un niño, mi abuelo hacia artesanía de barro”, dijo García. “El hacía figuras de piedras con el cincel y el martillo”.
La imaginación de García, le permite retarse a sí mismo creando nuevos proyectos, en los momentos de creación se inspira por las imagines que el ve en la televisión.
Las habilidades del arista son ilimitadas, a tal grado que él hizo un esqueleto humano montado en una motocicleta usando madera, cuerdas de guitarra, pan y huesos de pollo después de comerse el pollo.
Según García, él creo esta pieza usando un motor de cortadora de pelo, e instaló unas baterías dándole vida al motor, incluyendo detalles con luces de energía eficiente (LED) y una bocina para escuchar música. La obra le tomo 30 días consecutivos por aproximadamente ocho horas al día.
El arte, sigue siendo una plataforma en que el artista continúa creciendo con su talento, que lo lleva a crear rosas y patitos de pan que son formadas en varios colores en tan solo 15 minutos.
De acuerdo al artista, ha pedido de un amigo, que quería mandarle a su hijo una galletita que fue hecha con arena, agua, cera de piso y pintado con café Folgers.
Asimismo, su amigo pidió una figura de una cabeza indígena de la tribu Maya, que fue hecha con el objetivo de resaltar la cultura Mexicana en relación de su propia identidad.
“Me gustaría enséñales a otros presos, para cuando ellos salgan de la prisión se puedan ganar la vida”, dijo García.
“Cuando yo estaba en otra prisión, otro recluso me pido que le enseñara [a crear artesanía] porque a él lo iban a deportar a México — él no sabía nada”.
García desea dejar un legado artístico.
English translation:
Art and culture, is molded through sand, bread, glue, floor wax and of course toilet paper.
Reflecting on his appreciation of art, resident of San Quentin Rehabilitation Center Martin Rodriguez Garcia said that art helps him to keep busy. It helps with his mental health, bringing joy to see the reactions that people have when he shares his art with them.
The introduction to his artistic talents began in his childhood “when I was a child my grandpa was a clay maker,” said Garcia. “He made figures out of rocks using a hammer and chisel.”
Garcia’s imagination permit him to challenge himself to create new projects, in those moments of creating, he gets the inspirations by re-creating images he sees on television.
The artist’s skills are unlimited; to the level he was able to create a human skeleton riding a motorcycle using wood, bread and chicken bones, after he ate the chicken.
According to Garcia, he created this piece using a hair clipper’s motor, 4 LED lights, batteries, guitar strings, and a small speaker connected to a radio. He spent 30 consecutive days, working eight hours a day to finish this creation.
Art continues to be a platform for the artist’s, so his talents can continue to grow. It takes him to create roses and little ducks from bread. They showcase a variety of colors, which takes him now only 15 minutes to make.
Garcia said, regarding a project a friend wanted to create for his son, his friend requested a gingerbread man that was made of sand, water, floor wax and painted with Folgers coffee.
At the same time, his friend requested an indigenous Mayan tribe head figure, to project the Mexican culture in relation to his own identity.
“I enjoy teaching and sharing my art with others so that they can have something to take with them when they leave prison.” Garcia continues, “When I was at another prison, a prisoner asked me to teach him [handicraft] before he got deported to Mexico — he did not know anything.”
Garcia wishes to leave an artistic legacy.